miércoles, 27 de agosto de 2014

semi escritura automatica




Las canciones comienzan lúgubres como estallidos de dientes en sueños sudorosos.

Las paredes oprimen almas en expansión que fluctúan en los mares del tiempo.

Alborozos empedernidos pujan por escapar rasgando las vestiduras de un cuerpo tembloroso.

Estertores agónicos empujan mis pies a dar pasos en falso y descubro alicaído que cada día es un desperdicio mundano que no alcanza ni el sol, ni la luna, ni la puerta de casa.Escondido en esta madriguera lúgubre con pocas luces que me dispersa y anula y me convierte en una necedad de la que el espejo ríe socarrón como un augurio oscuro. salen una a una las letras desgarrando estas manos oprimidas y deformadas por las angustias de no liberarse de una cárcel autoinflingida. Despuntan los rayos y aquí sigo en un sin hacer y sin querer y sin lograr... y sin hallar. suena la algarada en la calle y no la busco, brillo el sol en el cielo y no lo disfruto. excusas brotan como chorros de mi mente exculpandome de desperdiciar una vida haciéndola tan incompleta que casi es nula.

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