Cuando
los pies se paran la mente echa a andar y el espiritu se acongoja. Es
la duda que susurra nuestros peores miedos. el fuego que antes nos
calentaba nos enseña ahora la enorme sombra que dibuja nuestro ser y nos
congela de pavor. Nos muestra que aun llevamos todo eso que creiamos
haber desechado, danza y se retuerce burlandose de nuestros delirios
en esta noche insomne en la que nos sentimos diminutos frente a la
adversidad.
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